top of page

XX


Mi maestra de catequesis nos dijo que solo algunos adultos irán al Cielo, pero que Jesús deja entrar a todos los bebés, sin excepciones.

Así que cuando la escuela dominical había terminado, me fui directo a casa y salvé el alma de mi hermanita.

Entradas recientes

Ver todo
Microrrelato L

L Mi hija reía mientras le besaba la frente, diciéndole: «Nunca crezcas». Un año después me encontraba besando su tumba; mi deseo...

 
 
 
Microrrelato XLIX

XLIX El dentista sonrió mientras inyectaba la anestesia en mis encías. «Ahora cuéntame», me dijo, acercando su rostro. «Antes de que el...

 
 
 
Microrrelato XLVIII

XLVIII —Papá, siempre fuiste un ebrio violento que me hizo mucho daño cuando era niño. Y heme aquí, después de tantos años, parado frente...

 
 
 

Comentarios


© 2020 by Esteban David Loyola Luque - Lima, Perú

bottom of page