- Esteban David Loyola Luque
- 1 ago 2020
- 1 Min. de lectura
XLVII
Ser el primero en responder a un accidente automovilístico es lo más traumático que he visto como oficial de policía.
Pero hoy, cuando el cuerpo aplastado de un niño muerto, atado al asiento del coche, abrió los ojos y se rio de mí —y yo trataba de sacarlo—, supe inmediatamente que sería mi último día.
Comments