- Esteban David Loyola Luque
- 1 ago 2020
- 1 Min. de lectura
XLIV
Pude verla en la ventana. Fue tan solo un momento, pero eso bastó para este hombre enamorado.
Le sonreí y la saludé, y pude notar terror en ella cuando me vio.
La comprendo.
Ella vive en el octavo piso, y para poder verla… tuve que saltar desde el doceavo.
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