- Esteban David Loyola Luque
- 1 ago 2020
- 1 Min. de lectura
XL
Mi sobrinita de un año es una niña tan buena. Es muy activa y juguetona. Todas las personas de la cuadra la conocen porque agita su mano y les dice «Bye» a todos los que ve, los conozca o no los conozca. Es casi su marca personal.
Era divertido, hasta que resultó contraproducente un día que fuimos a llevarle flores a la tumba de una tía mía: mientras íbamos saliendo del cementerio ella no dejaba de agitar su mano y decir «Bye» en todas direcciones, aunque éramos la única familia en el cementerio.
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