- Esteban David Loyola Luque
- 30 jul 2020
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VIII
Mientras lo arropaba y le daba buenas noches, mi hijo me dijo suplicando: «Papi, mira bajo la cama por si hay monstruos».
Decidí complacerlo, pero bajo la cama solo encontré a mi hijo que temblando me susurraba, «Papi, hay algo en mi cama».
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